Screamin' Jay Hawkins pasa por ser uno de los bluesman más originales de la historia. El apodo de screamin' (gritón) no es casual, sus canciones están llenas de chillidos y terror. Como fundador de lo que se conoce como Shock Rock, su discografía está llena de temas referidos al voodoo, el demonio y diversos rituales entre el terror y la parodia. Este Vincent Price de la música negra, al contrario que la mayoría de los artistas del blues, nunca se tomó a sí mismo demasiado en serio. En sus actuaciones salía en ataúdes en llamas, vestido como un vampiro y rodeado de calaveras y demás ritual gótico. Y lo hacía en los años 50, siendo todo un pionero de esa parafernalia sobre el escenario, pirotécnica y espectacular, que luego seguirían y perfeccionarían músicos como Arthur Brown, Alice Cooper y Kiss. Según la leyenda fue criado por una india después de ser abandonado por su padre, y ésta le introdujo en el mundo de la magia. Además de su potente y extravagante voz, y de su imaginación tanto a la hora de la escenografía de sus shows como en sus originales composiciones, a Screamin' Jay Hawkins le debemos una de las mejores canciones de todos los tiempos, I Put A Spell On You (Te he Hechizado). El tema, de 1956, tiene una fuerza inusual y una desesperación que hizo historia de la música. De hecho ha sido versioneado por, agárrense, Nina Simone, The Animals, Manfred Mann, Bryan Ferry, David Bowie, The Who, Creedence Clearwater Revival, Diamanda Galás, Them... Hawkins nunca logró superar su obra maestra, pero siguió grabando y actuando hasta su muerte en Febrero de 2000. Con el tiempo el músico fue recuperado por una legión de fans que reconocieron su legado, entre los que se encuentran Tom Waits y Captain Beefheart. Incluso participó en las películas Mistery Train (1989) de Jim Jarmusch y Perdita Durango (1997) de Álex de la Iglesia. Hawkins pasó sus últimos años en París ya que decía odiar EEUU por el hecho de ser negro y por el trato que se daba a su gente en su país de origen. Tras su muerte, y a raíz de la noticia de que su cuantiosa fortuna se debía distribuir entre los muchos hijos desconocidos del cantante, le aparecieron muchos herederos. Se siguen buscando hijos ilegítimos del autor, por ahora se ha localizado a 75 bastardos reconocidos en lugares tan dispares como México, Finlandia, Inglaterra, Yugoslavia, Australia y Corea. En sus manos queda decidir si invitan a Hawkins a cenar. No creo que él encuentre demasiado difícil volver del otro mundo para el ágape, aunque probablemente lo haga acompañado de su flamígera parafernalia y, lo que es más grave, de una legión de hijos hambrientos. Así que llenen la nevera.
Todo genio guarda un cadáver en el armario. Asesinos, suicidas, drogadictos, alcohólicos, maltratadores, psicópatas en potencia, obsesos sexuales, reaccionarios, onanistas, pederastas, esquizofrénicos, paranoicos, estafadores, tiranos... Un espacio dedicado a las mezquindades de los genios, o a las genialidades de los mezquinos...
...El asesinato es una forma de actuar impropia, altamente inadecuada, y no me importa decir que todo hombre que interviene en un asesinato tiene un modo de pensar muy incorrecto y unos principios muy erróneos... Pues si un hombre se deja tentar por un asesinato, poco después piensa que el robo no tiene importancia, y del robo pasa a la bebida y a no respetar los sábados, y de esto pasa a la negligencia de los modales y al abandono de sus deberes. Una vez empezada esta marcha cuesta abajo, no se sabe nunca dónde hay que pararse. Muchos hombres han iniciado su ruina al cometer un asesinato de un tipo u otro, que en ese momento creyeron que no tenía la menor importancia. (Thomas De Quincey - Del Asesinato Considerado como una de las Bellas Artes)
No hay comentarios:
Publicar un comentario