JOAN FONTAINE / OLIVIA DE HAVILLAND

Olivia de Havilland y Joan Fontaine, dos de las mejores actrices del Hollywood clásico eran hermanas. Ambas nacieron en Japón, siendo Olivia la hija mayor. La salud de las niñas era inestable y las continuas complicaciones en la vida de pareja hicieron que los padres de las actrices se distanciasen. El señor de Havilland, profesor de inglés en la universidad de Tokio, solicitó el divorcio para casarse con una japonesa. La madre de los retoños accedió gustosa y se casó con el empresario George M. Fontaine. La nueva señora Fontaine se esmeró en educar a sus hijas lo mejor posible. Ya en aquella época Olivia era la princesa de la casa, y Joan el patito feo. Olivia fue la primera en comenzar con su carrera cinematográfica.

Olivia destacó durante años como pareja del galán Errol Flynn. Ambos formaron una de las grandes parejas románticas de los años 30, llegando a protagonizar nueve películas juntos, la primera fue la película de aventuras Capitán Blood (Captain Blood, 1935) dirigida por Michael Curtiz, a ésta le seguirían otras joyas como la excelente Robin de los Bosques (The Adventures of Robin Hood, 1938), también de Curtiz, en que demostró ser la mejor Lady Marian de la historia, y Murieron con las Botas Puestas (They Died With Their Boots On, 1941) de Raoul Walsh. Por esta época Olivia consiguió el papel que haría que pasara a la posteridad, la dulce Melanie Hamilton (Melania en el doblaje español) de Gone With the Wind (Lo que el Viento se Llevó, 1939), la que es seguramente la película más famosa de todos los tiempos. Su maravillosa interpretación le proporcionó su primera nominación al Oscar, pero la Warner la encasilló en papeles insulsos, negándose a liberarla de su contrato, lo que hizo que la actriz llevara a los juzgados a la productora. Esta batalla legal hizo que dejara la pantalla durante tres años, pero Olivia salió fortalecida, recobrando su libertad de trabajo y con el privilegio de poder elegir sus películas.

Olivia dejó así su registro de chica dulce, pasando a interpretar papeles más dramáticos. Gana su primer Oscar con La Vida Íntima de Julia Norris (To Each His Own, 1946). Después interpretaría sus mejores papeles en dramas como A través del Espejo (The Dark Mirror, 1946), Nido de Víboras (The Snake Pit, 1948) y La Heredera (The Heiress, 1949), que supuso su segundo Oscar. Poco a poco, Hollywood perdió el interés en ella, y la actriz se dedicó a Broadway y alguna aparición esporádica como en la grotesca y genial Canción de Cuna Para un Cadáver (Hush... Hush, Sweet Charlotte, 1964) en que compartía protagonismo con su vieja amiga Bette Davis (una muestra de lo buena persona que era Olivia es que era de las pocas mujeres que aguantaba el carácter tormentoso de la genial Bette). La película era la continuación de la obra maestra ¿Qué fue de Baby Jane? (What Ever Happened to Baby Jane?, 1962), que como veremos tiene mucho que ver con la historia de las hermanas Joan y Olivia.

Pero sigamos con Joan. A la pobre la hemos dejado en un segundo plano, y eso es más o menos lo que le pasó en su infancia. Como dijimos, Olivia era la reina de la casa. La pequeña Joan quiso repetir el éxito de su hermana Olivia, y su madre le prohibió primero seguir la carrera de actriz igual que su hermana, y luego usar el apellido De Havilland, teniendo que adoptar el Fontaine de su padrastro. Ese aura de fragilidad y su lánguido conformismo al ser un segundo plato hicieron que Joan se moviese como pez en el agua en papeles masoquistas y sumisos como los que el perverso Alfred Hitchcock ideó para ella en la inolvidable Rebecca (1940) y en Sospecha (Suspicion, 1941), que supuso su único Oscar. De hecho el encuentro más crudo entre las dos "hermanísimas" de Hollywood se produjo en la ceremonia de los Oscar de ese año, en que ambas actrices estaban nominadas al Oscar. El premio en esta ocasión se lo llevó Joan (aunque Olivia llegó a ganar dos), y dicen que ni siquiera se miraron a la cara, desde entonces no se hablan. Un encontronazo anterior que posiblemente ayudaría a convertir el conformismo de la Fontaine en resentimiento fue el hecho de que le ofrecieran a ella primero el papel de Melanie en Lo Que El Viento se Llevó y lo rechazara, cuando el productor y magnate David O. Selznick le ofreció el jugoso personaje, Joan (que deseaba el papel de Scarlett O'Hara) le espetó a O. Selznick "Si quieren a alguien para hacer de pava, llamen a mi hermana Olivia". Y así fue, y fue la cumbre de la popularidad de Olivia, lo cual debió minar la ya de por sí destrozada moral de Joan. Aún así siguió su carrera, e intentando salir del encasillamiento comenzó a producir sus películas, siendo su primera producción la estupenda Carta de Una Desconocida (Letter From An Unknow Woman, 1948). Al final Hollywood la acabó encasillando o apartando como a su hermana, ya que la meca del cine nunca ha sido justa con la madurez femenina.

El distanciamiento y el rencor siguieron siendo la tónica en la relación de las dos hermanas. Joan nunca perdió oportunidad para hablar de su hermana como en estas duras declaraciones: "Para mí es como si no existiese. Nos odiamos tanto cuando éramos jóvenes que ahora hemos agotado la carga de odio y nos limitamos a ignorarnos". En otra curiosa anécdota, las dos actrices pusieron el grito en el cielo al saber que las habían colocado en la misma planta del hotel Ambassador en el que se alojaban en un homenaje a las leyendas vivas de la meca del cine. Hubo que poner diez pisos de distancia entre ellas para mantener el hotel en pie. Toda esta historia de rencores fraternos explica que el director Robert Aldrich se inspirara en su historia para idear ¿Qué fue de Baby Jane? En el film dos viejas actrices en decadencia y hermanas, Bette Davis y Joan Crawford, viven en la misma casa, guardándose un odio más grande que el tiempo. Imaginen las consecuencias de haber tenido bajo el mismo techo a Olivia y Joan. Por eso, si se animan a invitar a cenar a estas dos damas, auténticas leyendas vivas de Hollywood (91 y 90 años respectivamente), por favor, no las junten nunca. Por su propio bien.

1 comentario:

Tierralandia dijo...

He llegado de rebote, buen blog!
Un saludo desde Tierralandia