FERNANDO ESTESO

Fernando Esteso, uno de los humoristas más populares de los años 70 y 80 en España, comenzó su carrera como humorista televisivo con su famoso gag del "Coñac la Parra" (el que lo bebe la agarra). En sus primeros años conoció a Lauren Postigo, quien escribiría para él varios éxitos pop de corte humorístico, de entre los que destaca la archiconocida Ramona, la no menos popular El Zurriagazo, el tema bailable Bellotero Pop y un corte social como es Ya Estamos en la Democracia. Sus parodias musicales estaban basadas en gracejos estereotipados como el del paleto o el "andaluz mariquita". Por la época en que llegan sus primeros éxitos musicales empieza su carrera cinematográfica con apariciones secundarias en títulos como Celos, Amor y Mercado Común, y sus dos primeros papeles protagonistas en Onofre y Pepito Piscinas. Esteso dejaría de lado su carrera musical para centrarse en el cine, aunque en 1982 participó con una canción "seria", Soy un Vividor, de Augusto Algueró, en el festival de Benidorm, quedando en sexta posición. Pero es junto al prodigioso artesano de cine Mariano Ozores con quien alzanzará la cumbre de su carrera, gracias a la genial idea de unirlo a otro humorista televisivo, Andrés Pajares. Juntos, como unos modernizados Abott y Costello, protagonizarían un humor sin pretensiones, con gags fáciles, tópicos y señoritas mostrando sus protuberancias mamarias, que por algo estaban en la era del destape. Junto a ellos siempre aparecía el maravilloso Antonio Ozores, quien daba réplica a la pareja. La película que los unió fue Los Bingueros (1979), una maravilla cinematográfica al nivel de las comedias de Billy Wilder o Ernst Lubitsch que mostraba la cruda realidad de la ludopatía en un ejercicio encomiable de cine social divertido y entretenido.

El éxito fue tal que la pareja realizó nueve películas más, toda una colección de arte cinematográfico entre las que destacan la parodia de Rocky, Yo Hice a Roque Tercero (1980), la versión española de Tarde de Perros que es Todos al Suelo (1982), la crítica a los tejemanejes de las multinacionales Los Energéticos (1979) y la caricatura de la sanidad pública Agítese Antes de Usarla (1983). Aunque posiblemente el despropósito mayor de esta pareja sin par fuese el querer protagonizar una película de corte familiar, un musical sin precedentes en el que participaron Tito, el Piraña y el perro de las películas de Parchís, tamaña obra maestra se llama Padre no Hay Más que Dos (1982). Un Mariano Ozores en frenética actividad, una especie de Roger Corman español, producía tres o cuatro películas al año, y alternaba las protagonizadas por la pareja con otras en las que sólo aparecía uno de los dos (con frecuentes cameos de uno u otro). En solitario Esteso hizo grandes comedias como el western Al Este del Oeste (1984), El Erótico Enmascarado (1980), Queremos un Hijo Tuyo (1981) o la mítica trilogía del cura, formada por El Hijo del Cura (1982), El Cura ya Tiene Hijo (1983) y la mediocre El Amor Sí Tiene Cura (1991), ésta última dirigida por Javier Aguirre. Pero probablemente la cumbre interpretativa de Esteso sea la magnífica cinta de espionaje cañí ¡Qué Tía, la C.I.A! (1985).


En la actualidad Esteso ha pasado a engrosar un halo de loser que le favorece mucho. Mientras su compañero, Andrés Pajares, iba abandonando el cine del destape por películas más prestigiosas como La Hoz y el Martínez, ¡Ay Carmela! o Moros y Cristianos, de Berlanga, Esteso se iba hundiendo en sus adicciones. Los éxitos habían pasado, sus romances (como con una joven Norma Duval) eran sombras del pasado, y Esteso se vió abocado a presentar programas de TV como La Ruleta de la Fortuna, en un estado lamentable de embiagrez. Actualmente Esteso sigue trabajando en el teatro, y apenas podemos entenderle en sus apariciones públicas. Ha protagonizado algún escándalo de los medios de incomunicación y si lo invitáramos a cenar probablemente acabaría tumbado en el suelo haciendo sin saberlo una nueva versión de su viejo gag del coñac. Pero qué gran actor hemos perdido y qué gran injusticia juzgar su obra con ligereza. Ojalá dentro de veinte años se siga hablando de Amenábar y compañía, pero lo dudo mucho.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Cançao Ramona......Azarenta ?